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Cádiz

Reclaman que los volcanes de fango de la Bahía de Cádiz sean áreas de protección estricta

El Gobierno ha iniciado el proceso participativo para elaborar el plan de gestión de este espacio; la principal amenaza es la pesca de arrastre

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  • Cartel informativo sobre los volcanes de fango del Golfo de Cádiz en la playa de Santa María, en la capital. -

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico anunció a mediados del pasado mes de junio el inicio de los procesos participativos para elaborar y aprobar los planes de gestión de nueve Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), cinco Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) que solapan parcial o totalmente en superficie con estos espacios, así como del Área Marina Protegida del Corredor de Migración de Cetáceos del Mediterráneo.

Entre estos se encuentra el LIC Volcanes de fango del Golfo de Cádiz.  En concreto, se trata de hasta 80 volcanes, detectados en investigaciones llevadas desde los años noventa,  y localizados  a partir de una profundidad de 300 metros y hasta los 1.200, no todos están activos, y “los que sí lo están no son explosivos”, sino que liberan gran cantidad de sedimentos de manera más o menos constante, “generando nuevas estructuras de naturaleza carbonatada”, explicó en INFORMACIÓN la profesora de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Cádiz (UCA) María del Carmen Fernández Puga, en octubre de 2021, quien recordaba que toda la información acerca de los volcanes de fango se puede leer en un panel informativo, recientemente renovado, en el paseo marítimo de Cádiz, a la altura de la playa de Santa María.

Asimismo, Fernández Puga apuntaba que la investigación 'Volcanes de Fango del Golfo de Cádiz' del Área de Estudio del proyecto LIFE+ Indemares remarca “la singularidad natural y ambiental de la zona de expulsión de fluidos saturados en gas metano, que se caracteriza por la abundante presencia de volcanes de fango” que cuentan “con la presencia de especies raras (como los moluscos y poliquetos ligados a las emisiones de fluidos), así como el hecho muy destacable de disponer de hábitats constituidos por corales de aguas frías, de gran importancia ecológica”. Y advertía de que “la principal amenaza es la pesca de arrastre”.

Por ello, la organización conservacionista Oceana, que opera a nivel internacional, reclama que la zona sea declarada área restringida de protección. La bióloga de la entidad Silvia García indica que han marcado dos espacios, al norte y al sur, en los que la única actividad permitida serían las no dañinas necesarias para la investigación, seguimiento y gestión; el resto del espacio permitiría usos, controlados, dando autorización exclusivamente, a la pesca artesana, por ejemplo.

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