La entrega del primer proyecto de Navantia Seanergies, división de Energías Verdes de Navantia, en el astillero de Puerto Real, la jacket de subestación para el futuro parque eólico marino de Îles d’Yeu et Noirmoutier, en Francia, desarrollado por la compañía Ocean Winds, ha estado protagonizada por la protesta de los trabajadores de la planta por la falta de avance en las negociaciones del convenio colectivo y, especialmente, por el Plan Estratégico.
El director de la empresa pública, Ricardo Domínguez, ha sido recibido con una sonora pitada por parte de los empleados y una pancarta en la que se leía “A Puerto Real lo queréis enterrar”.
El presidente del comité de empresa, Arturo Martínez, le ha hecho entrega de un manifiesto en el que los trabajadores “rechazan el cambio de modelo de negocio que promueve Navantia” en el astillero de la localidad, “apostando por la construcción de plataformas eólicas marinas como actividad principal y dejando de lado la construcción naval”.
Martínez apunta que la reserva de capacidad de carga de trabajo entre 2027 y 2031 con Ocean Winds “hipoteca” el dique de 500 metros de eslora prácticamente único en Europa. “Habrá uno o dos más”, explica.
Y no es una cuestión menor. La plantilla actual de la planta ronda los 420 empleados. Para hacer frente a los encargos relacionados con energía renovables, el representante de los trabajadores calcula en torno a una veintena más de contratación; si los encargos son para construcción naval, se multiplica por diez al menos, con entre 200 y 250 incorporaciones.
Los buques no solo cubren las necesidades laborales para que el astillero consolide su posición, sino que además “de absorber la mano de obra existente y la creación de nuevos puestos de trabajo”, obliga a formar en un mayor número de oficios especializados.
Además, advierte de que el futuro proyectado por la empresa deja la planta infrautilizada y “no puede dejarse oxidar”.
El manifiesto plantea, por lo tanto, que Navantia consiga nuevos contratos civiles, para lo que es preciso recuperar la dirección comercial; crear nuevos perfiles profesionales, mejorando los vínculos entre empresa e instituciones educativas y colegiadas, para mejorar los planes formativos destinados a cubrir estos puestos; y, finalmente, convertir el astillero en polo de atracción del talento y la innovación en la industria del sector de la construcción naval, mejorando las inversiones y las instalaciones para hacerlo más competitivo.
Respecto a esto último, y dada la reserva de capacidad de carga de trabajo para Ocena Wind, el presidente del comité de empresa propone la construcción de un muelle off shore “ganando 200.000 metros cuadrados en la zona de Duque de Alba, junto al polígono industrial y la vía del tren”.
Respuesta de la empresa
Ante los hechos sucedidos, fuentes de Navantia han considerado que “es incomprensible impedir un acto destinado a poner en valor el buen trabajo de la plantilla y la industria colaboradora de Puerto Real ante un cliente que ha depositado su confianza en nosotros”.
“El astillero de Puerto Real tiene por delante ocupación plena, con picos de más de 2000 empleos a partir de 2025 gracias al programa BAM-IS y a su participación en el programa FSS para Reino Unido. A ello se suman los contratos de eólica marina, que son ahora mismo dos jackets de subestación, además de piezas de transición y un acuerdo de reserva de capacidad precisamente con OW para el periodo 2027-2031”, ha remarcado. Ademas, Puerto Real participa de la actividad de Reparaciones.
Y, en cuanto a las demandas de los trabajadores, han señalado que “la apuesta de Navantia por Puerto Real es evidente con esta carga de trabajo y con las inversiones ya en ejecución, muy especialmente el taller de paneles planos, una inversión de 43 millones de euros que va a incrementar la competitividad del astillero en programas tanto navales como de eólica offshore”.