Las Mareas Blancas de Cádiz estiman que, por norma general, para obtener una un cita en Atención Primaria hay que esperar entre diez y catorce días; para solicitar una analítica, otras dos semanas, a lo que hay que sumar diez días para que el médico de familia informe de los resultados; conseguir la derivación al especialista obliga a esperar entre dos y tres meses y, en algunos casos, hasta un año en nuestra provincia, el mismo tiempo que hay esperar para la realización de pruebas complementarias y, posteriormente, la valoración de las mismas; si son precisas pruebas complementarias especializadas adicionales, habrá que armarse de paciencia porque el procedimiento tarda entre cinco y seis meses en completarse.
Con estos números, el colectivo estima que, en total, el tiempo medio para tener un diagnóstico completo puede oscilar entre diez y 16 meses, “lo que claramente excede cualquier estándar razonable de atención sanitaria efectiva y pone en riesgo la salud de los usuarios”. Por ello, el jueves formalizó una denuncia ante la Fiscalía Provincial para que determine si las listas de espera incumplen la ley.
La recientemente nombrada consejera de Salud de la Junta de Andalucía, Rocío Hernández, fue cuestionada al respecto tras la reunión mantenida con el alcalde, Bruno García, en el Ayuntamiento este viernes para abordar los proyectos del nuevo hospital y el traslado del centro de salud del Mentidero a Plaza de Mina. Si bien inicialmente rehusó valorar el paso dado por las Mareas Blancas de Cádiz, remarcó después que “estamos trabajando” para revertir la situación, y apuntó que, al margen de las contrataciones, que “son necesarias” aunque ha veces hay dificultad para encontrar profesionales por la reducción de las plazas MIR por parte del Gobierno de España, es preciso reorganizar los servicios sanitarios.
En cualquier caso, Hernández negó que los planes de choque puestos en marcha por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en colaboración con las clínicas privadas hayan sido un desastre, como sostienen las Mareas Blancas, y subrayó que las cifras difundidas solo miden hasta la mitad de año. Según los datos que manejan, habrá una sensible reducción al término de 2024. No obstante, advirtió de que, “nos gustaría que no hubiera” demoras pero, “mientras haya pacientes, habrá listas de espera”.
