Un centenario ficus de la localidad malagueña de Vélez-Málaga que ya ha sido declarado muerto está adquiriendo una segunda vida gracias al trabajo de dos escultores encargados de hacer que "broten" del longevo árbol diferentes figuras artísticas.
De sus ramas germinan figuras que hacen referencia a emblemas de esta localidad, como un gato sobre una pila de libros, en honor a dos de las pasiones más conocidas de la más ilustre veleña, la filósofa María Zambrano; o una guitarra que parece poder ser tocada, por sus increíbles detalles, por el cantaor flamenco Juan Breva.
Tres caracoles que parecen deslizarse por una de las ramas superiores del árbol honran al poeta José Martín Ortega "Miguiña", del que se dice que buscaba estos moluscos para venderlos y sacarse un dinero extra. Una cabra malagueña y un gallo, tan representativo de la ciudad según los locales, adornan otras articulaciones del árbol.
SÍMBOLOS Y ANIMALES REPRESENTATIVOS DE MÁLAGA
Se pueden observar otros animales como el camaleón, en peligro de extinción, y otro muy característico de la localidad, el palomo buchón veleño, denominado así por su exagerado buche y que destaca en un extremo de la rama de este ficus que atrae la mirada de habitantes locales y visitantes.
La representación de múltiples animales parece cumplir el propósito de dar vida a un árbol que ya no la tiene, pero de él también se forman algunos utensilios como un botijo. Dos brazos que sobresalen de la raíz sujetan firme el tronco del ficus para que este resista el paso del tiempo.
El objetivo de la iniciativa es darle "fruto" a este árbol y que pueda ser "admirado y disfrutado por la gente", destaca a EFE el escultor José Casamayor. El artista, que explica que comenzó realizando un boceto pero tuvo que improvisar algunas partes, señala que las personas disfrutan de "una obra única" en un árbol de 112 años.
Esta escultura, según cuenta el galerista Fernando Gil, comenzó teniendo detractores, que pedían a los trabajadores que cortaran el árbol porque, una vez muerto, ya no servía para nada. Sin embargo, esos mismos se convirtieron después en "acérrimos seguidores" de las figuras que se esculpían en el ficus a medida que la obra iba avanzando.
UN RECLAMO TURÍSTICO PARA LA LOCALIDAD
Las rústicas esculturas, ubicadas en el ficus del céntrico Paseo de Andalucía de la localidad, se han convertido en un mes -el tiempo que llevan tallando y modelando esta obra- en una parada obligatoria para vecinos y turistas. Incluso algunos maestros dirigen a sus alumnos a este lugar para que observen el árbol.
Uno de los turistas que admiran la obra, la que califica de "increíble" y "fantástica" es Hartmut, un alemán que reside en el cercano municipio de Sayalonga, y que ha ido personalmente a felicitar a los escultores. Como él, otros visitantes extranjeros acuden a mostrar su satisfacción e incredulidad por el gran trabajo realizado a Casamayor y Gil.
También los residentes de Vélez demuestran su admiración por las figuras talladas, como el caso de Piedad, una catalana que lleva dos años residiendo en la localidad. La mujer, como muchos otros, cree que esta "impresionante" obra va a atraer "mucho turismo" y de las ramas de este árbol ha "germinado" algo "precioso" que merece ser visitado.