Francisco Aguilar asumió recientemente la presidencia de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de Cádiz y afronta en sus primeros meses de responsabilidad una crisis de precios que está afectando gravemente las economías familiares y la de transportistas. Pero, advierte, también perjudica al sector porque “vendemos menos y ganamos menos”, además de soportar una reducción de los márgenes de beneficios drástica, hasta el punto de que en algún caso algunos han vendido a pérdidas. Entiende, no obstante, al consumidor y reclama la rebaja del IVA. En cualquier caso, confía en que se recuperen los precios a la baja en los próximos días.
¿Por qué la escalada de precios?
–El índice de cotización del petróleo Brent es el que marca la referencia del precio de compra. Estaba alto, pero se ha disparado por la invasión de Ucrania: Rusia es el tercer productor de crudo del mundo.
¿Hasta cuándo el encarecimiento?
–Es difícil de predecir porque hay muchos fatores en juego. Tanto EEUU como la UE quieren minimizar la dependencia energética con Rusia y, en la medida de que se consiga, el mercado recuperará el equilibrio entre oferta y demanda. Se están levantando barreras arancelarias y sanciones a productores como Venezuela o Irán... Parece que hemos tocado techo y los precios bajarán.
¿Volveremos a precios anteriores a esta crisis?
–Por sentido común, si lo que ha disparado la cotización del petróleo Brent ha sido el conflicto en Ucrania, entendemos que, conforme se minimice la depedencia con Rusia y entren en juego otros países productores, se encontrará la senda a la baja. El presidente del Gobierno (Pedro Sánchez) confía en que sea en abril.
¿Si baja el Brent, se nota de manera inmediata en la estación de servicio?
–Todo el mundo puede pensar que la subida del mercado internacional se ha trasladado de forma inmediata al precio de venta, pero nada más alejado de la realidad. Hemos tenido subidas diarias en la compra de carburantes de entre cinco y diez céntimos, pero no subimos los precios porque hay competencia y el mercado no lo permite. Hemos subido tres o cuatro céntimos un día, cinco, otro. Conforme se vaya adecuando el mercado, habrá un desgaste de un par de días para la rebaja, pero siempre llega.
Hemos pedido al Gobierno de Pedro Sánchez que sea valiente y baje el IVA del combustible al 10%”
¿Qué puede hacer el Gobierno central?
–Pedimos por medio de la patronal al Gobierno hace unas semanas que fuera valiente y redujera el IVA de los carburantes del 21 al 10% porque esto tendría un efecto importante en la bajada de precios, con entre 15 y 20 céntimos menos. Sería la medida más efectiva, porque se baraja la posibilidad de reducir los impuestos especiales, cuyo mínimos marca Europa, pero ahí no hay mucho margen de maniobra.
Y el empresario, ¿cuánto beneficio obtiene?
–Los márgenes de beneficio son bastante reducidos, inferiores a diez céntimos por litro. Por eso, con la subida de precios, hay días que hemos trabajado con márgenes pequeños, casi nulos, hasta el punto de que algún compañero que compró en plena tendencia alcista, ha vendido a pérdidas.
De manera que las estaciones de servicio también pierden con el encarecimiento...
–Siempre digo que las estaciones de servicio nos vemos doblemente perjudicadas por estos niveles de precios altos: por un lado, vendemos menos puesto que la demanda disminuye; y, por otro lado, se reducen aún más los márgenes de beneficios al no poder trasladar con inmediatez la subida del precio de la compra al precio de venta.
Los precios bajarán conforme Europa dependa menos de Rusia, que es el tercer productor mundial”
¿Les está afectando de alguna manera la huelga del transporte?
–No hay piquetes informativos ni nada que pueda impedir la entrega de la mercancía; el suministro está garantizado por ley desde los centros logísticos de carga. Sí hemos notado que tenemos menos ventas por el menor movimiento de camiones, a lo que se une la psicosis de finales de la semana pasada, cuando todo el mundo entró en pánico y llenó los depósitos.
¿Estaba fundada la psicósis?
–Hubo una serie de bulos en las redes sociales sobre precios altos y un posible desabastecimiento, como con el papel higiénico, durante la pandemia. Pero no hay posibilidad de desabastecimiento porque, por motivos estratégicos, España cuenta con reservas de hasta tres meses si entráramos en guerra o sufriéramos algún tipo de catástrofe.
¿Cómo le ha afectado la pandemia al sector?
–Han sido dos años de dificultades independientemente del confinamiento, que redujo las ventas en torno al 90%. Tuvimos que recurrir a los ERTE pero muchos compañeros han tenido que hacer ajuste de personal en Cádiz e incluso alguno, que atravesaba antes del Covid una situación delicada, se ha visto obligado a cerrar porque nuestro negocio es de volumen. Empezamos a trabajar con cierta normalidad, pero antes de la invasión rusa en Ucrania, las ventas estaban en un 80% con respecto a los niveles previos a la pandemia. Los precios altos ahora, como decía, no nos ayudan.
No habrá desabastecimiento y, en el peor de los casos, España cuenta con reservas para tres meses”
¿Hay tensión con el cliente?
–Ahora mismo, llenar un depósito de combustible con 60 litros de media obliga a desembolsar cien euros si es diésel y un poco más si es gasolina. Imagínese cómo llega el cliente. Lo entendemos y lo más que podemos hacer es solidarizarnos porque también somos perjudicados: vendemos y ganamos menos.
¿Hay maneras de ahorrar?
–A nivel particular, en las estaciones de servicios de marca, se puede conseguir entre cinco y ocho céntimos de ahorro por litro por medio de la fidelización de los clientes. No siempre el precio final es el que se ve en el monolito de la estación de servicio.
