Andalucía necesita de políticos ambiciosos, sin complejos, capaces de entender que nada nos caerá del cielo y que habrá que pelearlo todo incluso compitiendo o enfrentándonos, si es necesario, con los más poderosos. De esta actitud han dado ejemplo esta semana algunos destacados dirigentes andaluces que no han dudado en plantarse ante la todopoderosa comunidad de Madrid, aquella que alardea de ser la locomotora económica del país, pero a costa, en muchos casos, de laminar las posibilidades de desarrollo del resto de autonomías. Ya está bien de agachar la cabeza ante un Madrid que nos roba porque, según la OCDE, es un “paraíso fiscal interno” al aplicar una tasa del 0% en el impuesto de Patrimonio.
La aspiración del presidente de la Junta, flamantemente reelegido con una aplastante mayoría absoluta, de mimetizar la presión fiscal madrileña mermará los ingresos de las arcas autonómicas que solo podría compensar Andalucía con la llegada de más empresas que acaban en Madrid por el poder centrípeto de la capital. En ese sentido, fue ilusionante escuchar el envite de Juanma Moreno a Díaz Ayuso en la Junta Directiva del PP avisándole de que Andalucía competirá con Madrid en la captación de empresas iberoamericanas. “Queremos ser una tierra grande, una de las locomotoras de desarrollo y competiremos con Madrid, querida Isabel porque la competencia es sana, y además nosotros tenemos playa”, espetó Moreno.
De igual manera, el alcalde de Sevilla, el socialista Antonio Muñoz, plantó cara a la presidenta madrileña quien reclamó por carta y vociferó por Twitter al presidente del Gobierno para que Madrid y sólo Madrid pueda ser sede de la Agencia Aeroespacial Española a la que también aspira Sevilla. Frente a los méritos que esgrimió Ayuso, la baronesa debería conocer la vinculación histórica y la aportación hoy día de la aeronáutica sevillana a España y Europa. Y de paso asumir que, en un proceso necesario de descentralización, ya está bien de pensar que el progreso es exclusivo de Madrid y está vetado para el Sur.
Y concluyo la terna de políticos con esta visión expansiva y desacomplejada de Andalucía con el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Gerardo Landaluce, al frente del mayor puerto de España en volumen de mercancías y el más eficiente de Europa según clasificaciones internacionales. Es cautivador su entusiasmo por captar nuevos mercados para blindar la ruta del Estrecho de Gibraltar competiendo sin complejos con Valencia y Barcelona, pero también con Tanger Med y Sines en Portugal. Ojalá que los ejemplos que nos han dado estos tres dirigentes no sean una anécdota en el futuro. Por el bien de Andalucía.