En rueda de prensa, Vílchez explicó que las infracciones detectadas por los 17 inspectores de este área pueden alcanzar hasta los 60.000 euros de sanción y advierte de que, por el momento, no se ha llegado a retirar la licencia a ningún establecimiento. Estas actuaciones se llevan a cabo en el 95 por ciento de los casos a raíz de las denuncias ciudadanas, mientras que en el cinco por ciento restante se deben a acciones de oficio.
Señaló que, de los 54 comercios precintados, un total de 14 son asiáticos, mientras que 34 son bares que han expedido bebidas a menores o fuera del establecimiento, además de contar con música fuera de horario. “No estamos dispuestos a consentir estas situaciones y seremos rigurosos, se sea de donde se sea, protegiendo especialmente el derecho al descanso”, afirma el concejal, que no descarta que se lleve a estos establecimientos a los juzgados en caso de especial reincidencia o por peligrosidad.
En este sentido, recuerda la existencia de un bar en la Alameda que contaba con 31 expedientes abiertos y que había sido precintado hasta en seis ocasiones al tener obstruida la salida de emergencia, incumplir los horarios, vender alcohol a menores o permitir fumar en su interior, donde también se detuvo a individuos por delitos contra la salud pública.
Además, apuntó a las sanciones impuestas a las terrazas, entre ellas una sala de conciertos en septiembre, y cuatro discotecas, así como infracciones de otras instalaciones como peluquerías y establecimientos de fontanería, que relaciona con seguridad y prevención de riesgos.
En este marco, señaló que la nueva normativa que agiliza la concesión de licencias contará con un refuerzo de la inspección, para lo que se apuesta por reciclar la formación del personal de control previo para que realicen las labores de inspección.
“Las normas tienen consecuencias si se incumplen y se darán los pasos necesarios para que sean eficaces, recogiendo incluso denuncias por otras vías no administrativas”, señaló.