La junta directiva de la Asociación de Empresas de Alojamientos de Jaén propone al Ayuntamiento que con la ampliación del parking del barrio de La Merced se prevea la instalación de una parada de inicio-final para el funicular panorámico que en un futuro conecte el casco antiguo con el Castillo de Santa Catalina y que el proyecto recoja en su texto la estación de funicular en el apartado de ‘otros usos previstos’. Es una de las alegaciones “positivas” al proyecto de ampliación del aparcamiento que han presentado desde la Asociación, para dar una dimensión turística al tratamiento de este espacio.
Desde la Asociación no piden que se instale el funicular, sino que se prepare el terreno para cuando la situación económica permita que éste se convierta en un medio de transporte sostenible que conecte el Castillo con la ciudad, la zona esté preparada. “No pedimos que se ponga en marcha el funicular porque no es el momento económico oportuno, simplemente que se tenga en cuenta que la nueva estructura pueda soportar el peso de esta infraestructura si algún día se decidiera su puesta en marcha”, reconoce Juan Manuel Camacho, hotelero de la junta directiva.
Camacho señala que la parada podría ubicarse sobre la cubierta de 427 metros cuadrados que el proyecto de ampliación del parking contempla para uso público, “en perfecta convivencia con los elementos de juegos para niños previstos”. Sólo ocuparía 30 metros cuadrados del total. En esta misma superficie, desde la Asociación plantean la incorporación de telescopios de observación paisajística y paneles de interpretación turística y habilitar un sendero peatonal señalizado en dirección a la carretera de circunvalación. De esta manera, “se conectaría con el existente en esa zona del cerro de Santa Catalina y tanto turistas como jienenses tendrían un punto de inicio en pleno casco histórico que permita acceder a pie hasta el Castillo”.
El funicular panorámico es una iniciativa que partió del colectivo de hoteles de la ciudad hace una década y que ha sido presentado a los tres últimos alcaldes del Ayuntamiento de la capital. En el mandato de Miguel Sánchez de Alcázar (PP), los hoteleros trajeron a una empresa internacional austriaca especializada en estos equipamientos (Doppelmayr) con el propósito de estudiar si era factible comunicar el casco histórico con el Castillo. “Miembros del colectivo hotelero recorrieron a pie el supuesto trayecto y se dictaminó que era viable”, recuerda Juan Manuel Camacho. “A todos los regidores de todos los colores políticos de los últimos mandatos municipales les ha encantado este proyecto, otra cosa es que no sea el momento económico adecuado para acometerlo, y por ello entendemos que el alcalde debe prever que la cubierta del parking de la Merced pueda en un futuro albergar este medio de transporte por si alguien lo pudiera desarrollar más adelante”, apunta Camacho.
En esta línea, asegura que José Enrique Fernández de Moya se interesó por el proyecto en su campaña electoral y ahora le piden que tenga en cuenta las alegaciones ante el anuncio de que las obras comenzarán a finales de marzo o abril con una inversión de 1,4 millones de euros.
Para no causar impacto medioambiental la propuesta hotelera es la de un funicular no contaminante que se movería sobre una viga (no teleféricos de cables colgantes), de manera que habría una cabina panorámica de ida y vuelta con capacidad para 20 personas y que discurriría a ras de suelo (sobre la monoviga).
La ruta comenzaría desde la cubierta del parking de la Merced, salvando la carretera de circunvalación por medio de un arco y continuando por el perfil rocoso de la zona próxima a la Cruz, sin afectar a murallas ni pinos.
Otras alegaciones positivas
Piden que se prevea la disponibilidad permanente de algunas plazas de rotación para que quienes quieran acceder al casco histórico puedan estacionar allí. “Es perfecto que, además de las plazas de aparcamiento existentes, el Ayuntamiento habilite muchas más para los vecinos que necesitan ese espacio, pero rogamos que se prevea la rotación de algunas de ellas para dar esa posibilidad de visita a los foráneos y visitantes e incluso familiares de los vecinos”, puntualiza Camacho.
Otra alegación es que se debería estudiar la posibilidad técnica de ampliar la puerta de entrada (en la carretera de circunvalación) y radio de giro de vehículos al parking, para que permita el paso de un autobús y que en la planta superior se habilitaran dos espacios para parada de autobuses turísticos.