Esta información está recogida también en la edición digital del pasado martes del diario vasco Gara, desde donde se apunta que tres de los desplazamientos, el del donostiarra Asier Tapia, así como los de los naturales de Baracaldo Sendoa Jurado y Karmelo Laurizirika, se llevaron a cabo el pasado viernes, y que sus destinos fueron las cárceles andaluzas de Huelva, Puerto I y Jaén, respectivamente.
De igual modo, en Gara se habla de dos traslados más, realizados el pasado sábado, cuyas identidades no han trascendido. A falta de confirmar de quién se trata, lo que este periódico ha podido saber es que el interno contra el que se produjeron las supuestas amenazas y registros, Arkaitz Bellon, continúa en la cárcel algecireña, y que las cárceles a las que los otros dos etarras fueron trasladados podrían ser los penales de Granada y Almería.
Mientras tanto, ayer continuaban en huelga de higiene los otros once internos etarras.
-ocho hombres y tres mujeres- del centro penitenciario. Pese a que las primeras informaciones indicaban que las féminas en un principio no estaban acompañando esta medida, ahora se confirma que también han renunciado a mantener las normas de aseo y limpieza. Según las informaciones recibidas, los ocho varones continúan internados en el módulo 15 de la cárcel, negando así la información aparecida en Gara que hace referencia a que se encontraban en un módulo de aislamiento.
Según se recoge en Gara, durante las últimas semanas "la tensión", así como la "cadena de conculcaciones e indefensión" que padecían supuestamente sus allegados en la cárcel "especialmente con ese turno de carceleros" -en referencia a los que supuestamente agredieron a Bellon- habían motivado protestas más livianas en los últimos tiempos, como chapeos, que ahora han degenerado en huelga de hambre e higiene. La primera de las medidas comenzó el lunes 27 de marzo y concluyó el 29; mientras que la de higiene, que empezó el jueves, va ya por su séptimo día de seguimiento.
Para los familiares, se trata de "un intento de fracturar" al colectivo. Estos allegados comunicaban a Gara que en sus últimas visitas a los presos comprobaron "que las consecuencias de esta lucha son ya notorias".
Este diario trató ayer de ponerse en contacto con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias a fin de conocer sus impresiones acerca de las informaciones publicadas hasta el momento. Desde este ámbito declinaron hacer declaraciones al respecto.