En la sentencia, el titular de este juzgado, José Hoya, traslada su “enorme extrañeza” de que estos menores continúen bajo la custodia de sus padres.
El juez condena a estos padres a cinco meses de prisión por un delito de abandono de familia. Además, afirma que no vigilaban si sus hijos iban al colegio, no controlaban su salud, les encerraban en casa y les utilizaban para practicar la mendicidad y para transportar objetos de robados.