La sociedad anónima deportiva Xerez Club Deportivo estima que los derechos de crédito que mantiene ascienden a 5.400.000 euros, de los que no ha obtenido cantidad alguna, entendiendo que con ellos podrá hacer frente al pago de sus créditos, seguro el privilegiado. Así se constata de la petición evacuada en su momento al juzgado de lo mercantil para que diese la aprobación para que la entidad siguiese deportivamente compitiendo. Ese escrito se realizó antes de que el juzgado de lo mercantil suspendiese la continuidad del proceso de liquidación. Hasta entonces cualquier movimiento había que notificarlo y, a partir de ahora, ya no hay que hacerlo ya que la administración depende de Energy. No obstante, este medio ha tenido acceso a algunos de los documentos enviados en su día al juzgado de lo mercantil y que detalla esa cantidad a favor de la sociedad anónima deportiva y que sustenta uno de los puntos por lo que se pedía seguir compitiendo, sobre todo porque así igualmente se tendría “la oportunidad de hacer frente durante este tiempo de carencia a que la entidad siga generando recursos, al resto de los ordinarios; pues, por otro lado, desde que entrara el actual consejo de administración (¿?) en el club en el año 2013 hasta la actualidad, no se ha generado deuda alguna”, añadiendo que “pese a que el resto de acreedores del concurso, ya partes y personados en el proceso, ya otros que no han hecho valer su derecho, tienen como primordial interés, que se alcance la fecha acordada en el convenio para poder ver resultados satisfactorios en orden al cobro de sus créditos, no siendo de su interés que se proceda a la liquidación de la concursada, con carácter previo a poder comprobar de facto si podrán hacer frente o no al calendario de pagos convenido”.
El primer pago, que podría en su caso originar una denuncia si no se atiende, tendrá que realizarse con fecha 1 de julio de 2017, una vez que haya finalizado la temporada que va a arrancar en el mes de septiembre.
Por otra parte se explica en el escrito, que “la pérdida de la categoría si no pudiéramos salir a competir este año, implicaría perder un activo, como es la plaza en División de Honor, de un valor al menos de 200.000 euros. La valoración de la plaza en la siguiente categoría (Tercera División), y en el caso de un nuevo ascenso esta misma temporada, es de 600.000 euros. En el supuesto de que prosperase la demanda contenciosa-administrativa (admitida a trámite por un juzgado de Madrid tal y como este medio adelantó en pasadas ediciones) la valoración de la plaza en Segunda División B alcanzaría la cifra de 2 millones de euros”.
Estos son algunos de los argumentos esgrimidos en un escrito de cuatro puntos para pedir la autorización para competir en División de Honor, una autorización que, reiteramos, ya no es necesaria.