—¿Qué le ha llevado a presentarse como candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía por la provincia de Cádiz?
—Porque como candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía, y como andalucista, lo que tengo es una causa. Es la causa de Andalucía, y en estos momentos es la causa de la igualdad. Y en estos momentos es la causa del paro, que es el principal problema que tenemos en esta tierra y quiero que sea la causa de todos, quiero que no sea un problema sólo de Andalucía, sino de todos porque aquí triplicamos la tasa media de paro en Europa y tenemos diez puntos porcentuales más que en el resto del Estado. El problema diferencial de esta crisis en Andalucía no es otro que el desempleo y en este aspecto la provincia de Cádiz ha sido una de las que históricamente más se ha castigado con esta lacra. Por eso yo quiero abanderar esta causa, la lucha contra el paro, desde uno de los territorios más castigados. Así me lo pidieron mis compañeros y yo lo he aceptado con mucha ilusión y con un enorme sentido de la responsabilidad.
—¿Y por qué eligió Algeciras para su presentación oficial?
—Mire, Algeciras es la única ciudad de Andalucía de más de cien mil habitantes donde el Partido Andalucista tiene representación. Contamos con dos concejales y creo que es un buen punto de partida, desde el sur del sur. A partir de ahí, volver al Parlamento Andaluz es el objetivo, no como un fin en sí mismo, sino como herramientas para que la voz de muchos andaluces que ahora no se oye en el Parlamento, vuelva a oírse. Estoy convencida de la que Autonomía andaluza carece de sentido sin andalucistas, y estoy convencida de que el propio Parlamento sin andalucismo, también carece de sentido, y se convierte, con el mayor de los respetos, en un Parlamento como el de Murcia o La Rioja, o de cualquier otra comunidad. Es imprescindible la voz de los andalucistas en el Parlamento y emprender ese proyecto desde Algeciras me parece que conlleva una fuerza simbólica importante. A mí me gustan mucho las cuestiones simbólicas que encierran mensajes importantes.
—Teniendo en cuenta los resultados en los comicios Municipales y Generales del presente año, ¿qué objetivos se marca el Partido Andalucista para las Autonómicas?
—La esperanza es volver al Parlamento de Andalucía. ¿El punto de partida? Es muy difícil desde las Elecciones de 2008 cuando el andalucismo se queda fuera. A partir de esa fecha, el andalucismo, así como el Partido Andalucista, emprende un proceso de renovación interna, realizando una lectura correcta de lo que nos dijeron los ciudadanos en las urnas. Un proceso de renovación que reposiciona al Partido Andalucista en su origen, en el espacio político en el que nació, que tiene que ver con la izquierda, hablo de valores, de compromiso ético, no hablo de la izquierda antidemocrática, ni de la socialdemocracia que se ha convertido en una coartada con la que algunos se han enriquecido a costa del Estado de Bienestar. A partir de esta renovación del Partido Andalucista desde el discurso, desde su relación con los ciudadanos, llega las Elecciones Municipales cuyos resultados mostraron una esperanza para los andalucistas: 477 concejales en Andalucía y 232.000 votos reflejaron una enorme diferencia con el partido que quedó en quinto lugar, con 24.000 votos. Gracias a esos resultados tenemos una enorme presencia del andalucismo desde la base, es decir, desde los ayuntamientos. Después llegaron las Elecciones Generales, donde no hemos logrado los resultados deseados, no hemos logrado volver al Congreso de los Diputados, pero no hemos perdido y hemos obtenido mejores resultados que en 2008. He dicho en alguna que otra ocasión que obtuvimos un aprobado raspado. Y no me conformo pero que al menos la tendencia que llevábamos en 2008 de perder votos logramos pararla en ambos comicios. Hemos resistido, ahora toca existir. Resistir es un hito en estas circunstancias pero ahora toca existir y para ello debemos estar en el Parlamento de Andalucía.
—¿Qué es lo que el Partido Andalucista propone para que los ciudadanos confíen en sus siglas?
—Proponemos una manera distinta de hacer política, una manera diferente que nace del conocimiento de la realidad, de la comprensión de lo que ocurre en la realidad, y a partir de ahí, proponer ideas, proponer alternativas, proponer soluciones, proponer objetivos. Esta manera diferente de hacer política pasa por no prometer nada que no se pueda cumplir, pasa por las distancias cortas, por la cercanía, por los ciudadanos. Nosotros hacemos política desde la calle, en la calle, codo con codo con los ciudadanos, mirando a los ojos, entendiendo sus problemas y en algún caso levantando la voz por solidaridad, por justicia, y en algunos otros casos poniendo sobre la mesa propuestas e ideas, firmeza y coraje. Nuestro Leitmotiv en estos días viene siendo reclamarle al presidenta Mariano Rajoy que durante su discurso de investidura se comprometa con Andalucía. Se comprometa con ese plan de empleo prioritario para Andalucía, que definimos con un acrónimo que es PEPA, reclamamos que mire a Andalucía, que se comprometa con Andalucía, que proponga medidas para Andalucía. Esta manera distinta de hacer política también pasa por la capacidad para alcanzar acuerdos. Nadie está en posesión de la verdad, pero entre todos podemos alcanzar los acuerdos necesarios que beneficien al interés general, al conjunto de los andaluces. Creo que esta manera diferente de hacer política es necesaria, sobre todo en tiempos como los actuales.
—¿Cree que el Partido Andalucista será capaz de acabar con el bipartidismo reinante en Andalucía?
—Tenemos que ser capaces. Porque este mensaje sobre que la política es una moneda que se lanza al aire y sólo tiene una cara y una cruz, no responde a la vida real, a la realidad de Andalucía. Con el bipartidismo a Andalucía le ha ido mal, siempre. Lo que hemos tenido en la Junta de Andalucía ha sido un color político, el PSOE que lleva 30 años, y los diferentes presidentes de la Junta de Andalucía se han comportado como delegados del Gobierno de Madrid. Eso es lo mismo que hará el PP si gana las próximas elecciones aquí porque es su propia visión centralista del mundo, de la política, de España, Andalucía sólo es un sitio para obtener el poder, no para solucionar los problemas de Andalucía. Mientras que para el PA el poder no es un fin en sí mismo, es una herramienta para transformar la realidad. Con este mensaje, es imprescindible meter una cuña en el bipartidismo. Los ciudadanos ya lo plantean, todo ese movimiento del 15M, de solidaridad, de ayuda, plantea acabar con el bipartidismo porque produce anorexia democrática. Hay que luchar porque entre las razones de todos, sumamos. Es necesario que esté representada la pluralidad de la sociedad andaluza.
—¿Qué propone el PA para acabar con el paro que es, como usted ha comendado, el mayor problema de Andalucía y de la provincia de Cádiz?
—Hay que abordar esta problemática de forma integral. De esta forma se beneficiaría también Cádiz. En esta provincia no hay apenas industria, en el tema de pesca mire lo que está sucediendo estos días. En cuanto a la agricultura, con la reforma de la PAC nos condena. Para combatir estas situaciones hay que hacerlo con un enfoque global, integrador. Hay que apostar por sectores estratégicos y no por la especulación del ladrillo, que es a lo que nos ha conducido este modelo bipartidista y centralista. Hace falta apostar por la agricultura, por la pesca, para que sean sectores estratégicos dentro de la economía andaluza. Hay que apostar por las energías renovables, sol y viento hay de sobra en la provincia de Cádiz. Todo hablando para el medio plazo… en el corto plazo hay que abordar el problema del desempleo con medidas que pasan por el establecimiento de una renta social básica que garanticen una vida digna. Medidas contra los desahucios para que antes de perder la casa, y evitar la deuda, que el Gobierno de la Junta tenga una oficina de asesoramiento para personas amenazadas por el desahucio, para que tengan el apoyo y la mediación de esta Institución, y protegerlas. Estas son medidas a corto plazo por el paro es un drama, un drama que nos desangra como sociedad. Primero medidas paliativas sin perder el enfoque de cambiar el sistema productivo de Andalucía.
—¿Y en cuanto a la industria?
—Elegir sectores sostenibles. Hay que apostar por otro tipo de industrias, por sectores diferentes… ya no vale la industria pesada, ni la de automóviles, porque se deslocalizan. Yo viví el problema de Delphi cuando estaba en el Parlamento, conozco la situación de Visteon, me reuní con ellos, de astilleros, qué decir, la historia de este sector es la historia de una muerte anunciada. Hay qua apostar por sectores competitivos, modernos, como las energías renovables serán importantes para el futuro de la provincia.
—¿Cuáles son los ejes del programa andalucista?
—Estamos elaborando esos ejes maestros del programa y si algo será, será diferente como estará marcado con objetivos, no con soluciones mágicas, yo no tengo una varita mágica, soy una mujer que tiene coraje, que tiene ideas y que tiene equipo. A partir de ahí vamos a fijar una serie de objetivos que desde el Gobierno andaluz son irrenunciables para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos andaluces, para garantizar el bienestar de los andaluces, vamos a ir a por objetivos, no con recetas mágicas. Va a ser una visión muy diferente de los programas políticos al uso. Todavía nos falta concreción, si le soy radicalmente sincera. Nos falta concreción en los territorios y en los sectores de cada territorio, pero estamos decididos a poner como prioridad los contenidos sociales, a poner como prioridad el problema del paro y los problemas del millón y medio de andaluces que en estos momentos están en paro. Sin olvidarnos del medio plazo, de esa reconversión del sistema económico y productivo de Andalucía hacia una economía real, no especulativa. Fuimos capaces de hacer del turismo uno de los sectores estratégicos de nuestra economía, hay que hacer ahora otros sectores estratégicos. Agroindustria, pesca, hay que potenciarlos adecuándolos al siglo XXI, pero hay futuro en ellos. Es un programa que nace de la comprensión de la realidad.
—¿Qué ocurre con las subvenciones y Andalucía?
—Si somos capaces de transformar esas subvenciones en incentivos para primar a los emprendedores, a las pymes, la actividad económica, Andalucía saldrá adelante… pero hace falta un tiempo de transición, y si le soy honesta, si nos quitan las subvenciones ahora mismo, Andalucía se hunde. Pero aún con la gente que reciben subsidios con la que he hablado, te dicen que no quieren subsidios, que quieren trabajo. El tema del subsidio agrario ha servido para evitar la despoblación de muchos pueblos. Queda todavía un camino que recorrer, que es convertir esos subsidios en actividad económica y trabajo… yo quiero trabajo para mi gente, pero soy consciente de que hace falta una transición porque si no condenamos a la miseria y a la emigración a mucha gente.
—¿Qué opinión le merecen declaraciones como las Duran i Lleida o las del hijo de la duquesa de Alba en la que más o menos dejaban caer que los andaluces somos unos vagos, al tiempo que critican la cultura de las subvenciones?
—He procurado responder con mucha contundencia y con toda la educación de ambos. En el caso de Duran I Lleida lo hicimos durante las Generales dirigiéndonos a todos los andaluces de Cataluña para que no votasen a CiU porque nunca va a defender nuestros intereses. Y es que el mensaje dejando entrever que los andaluces son vagos encierra una estrategia política, van a plantear un pacto de fiscal para Cataluña, y lo harán nada más entrar el nuevo Gobierno. Van a venir al Congreso de los Diputados para pedir un nuevo pacto fiscal para Cataluña, por eso lanzan el mensaje de ‘pobrecitos, lo mal que estamos’, hay que cerrar hospitales, dejar de pagar a los geriátricos, a los sectores más sensibles, lanzando un mensaje de una dureza extrema desde su Gobierno en Cataluña, y luego acusa a la región más poblada de España, porque ambas cuestiones forman parte de la misma estrategia. Antes que responder a sus necedades con alguna ocurrencia gracia que se me pueda ocurrir, prefiero hacerlo desvelando su estrategia y no habrá pacto fiscal en España mientras haya un millón trescientos mil parados en Andalucía… el PA se compromete a que no habrá pacto fiscal porque el principal problema es este índice de desempleo en Andalucía. Esto con lo que respecta a CiU, en cuanto a lo que se refiere al Conde de Salvatierra y a la Casa de Alba, también he tenido mis trifulcas en estos días y hemos pedido que se le retire la máxima condecoración que otorga el Gobierno de Andalucía a una persona que no es ejemplar, porque si la duquesa de Alba no desautoriza radicalmente a su hijo, que es miembro de la Casa de Alba, no alguien que pasa por su calle, no tendría sentido el hecho de haberle otorgado el máximo honor como es ser nombrada Hija Predilecta de Andalucía a una señora que no es ejemplar. El mensaje que lanzó su hijo también es perverso. Decir que no queremos progresar, que los andaluces vivimos del subsidio, dicho en boca el hijo de una familia que recibe más subsidios que nadie, y con todas esas ayudas de dinero público, que habría que mirar que uso hace de ese dinero, unos tres millones de euros al año, y encima se permite meterse con los jornaleros que cobran 400 euros al mes… de ese tópico de la cultura del subsidio y demás, la máxima responsable es la duquesa de Alba… yo no me dejo engañar por lo que diga una persona cuyo único oficio conocido es montar a caballo, aquí hay gente que se levanta todos los días para trabajar o buscar un trabajo que merecen un respeto. Yo elijo a quien defiendo, y la Casa de Alba no me necesita a mí para que la defiendan.
—Hay sectores en la provincia de su propio partido que quizás no han encajado bien su candidatura como cabeza de lista en la provincia… ¿qué opina?
—Bueno el mensaje que yo recibo no es ese. La petición del Comité Provincial del PA en Cádiz fue unánime… quiero decir que en ese sentido, si hay algún andalucista que tiene alguna duda, que venga a hablar conmigo, que vengo a trabajar por Cádiz, quiero ser la presidenta de la Junta lográndolo desde Cádiz, mi causa es Andalucía, mi bandera verde y blanca, si hay algún andalucista que tenga alguna duda, que venga y hable conmigo.
