A las seis y cuarto de la tarde la cuadrilla de Juan Manuel López Gallardo acometió la delicada maniobra para poner el paso en la calle. Debido a la dificultad, los habituales aplausos que resuenan cuando se ejecuta la marcha nacional se amplifican aquí. El paso de misterio, con la antigua talla del Cristo, obra de José Montes de Oca, flanqueada por Poncio Pilatos y un oficial romano, inició su marcha por Novena, cogiendo posteriormente por Valverde en dirección a la estación de penitencia en la Catedral.
La Virgen de las Angustias, talla de José Fernández Guerrero, acompañada siempre de San Juan Bautista, también de Domenico Giscardi, salió a Ancha tras la complicada maniobra diigida por el capataz Javier Reyes Sivila. Una vez en la calle, giro a la izquierda para bajar por Novena con la música de la banda de música de Virgen de la Estrella.