El caso detectado esta semana por el Ayuntamiento en la calle Murete clama al cielo. Un vecino se dedicó a poner en la calle cuantos enseres le sobraban de su casa tras una supuesta obra de reforma, a la espera posiblemente que el servicio de recogida municipal los retirase de la vía pública. El Ayuntamiento fotografió la escena en plena calle, para que después el propio alcalde, José Luis Núñez, aprovechara el caso para avisar de que a partir de ahora se endurecerán las medidas contra el depósito de enseres.
Igualmente, el alcalde recordó la prohibición de sacar la basura a la calle en horario de mañana, por lo que tampoco a partir de ahora le “temblará el pulso” para tomar medidas contra “los incívicos”, explicó a este periódico.
A todo, hace unos días el delegado municipal de Medio Ambiente, Pedro Mayo, lanzaba una nueva noticia sobre un contenedor concreto situado en El Santiscal, el cual aparece con demasiada frecuencia con la basura esparcida a su alrededor, así como bolsas de basuras rotas. Igualmente, aún existen puntos de vertido incontrolado de escombros y otros residuos, sin que los infractores se dejen intimidar por las sanciones. Este medio ha sabido que la Policía tiene órdenes directas de actuar ante este tipo de situaciones para que se cumpla la Ley y no se dañe, como está ocurriendo, el medio ambiente y el medio urbano.