La Consejería de Cultura de la Junta y el Ayuntamiento paralizaban el pasado viernes los trabajos que se acometen actualmente en la ladera de la peña para el arranque de chumberas, con lo que se pretende acabar con la plaga del insecto conocido como la cochinilla del carmín. El motivo de la paralización fue la aparición de restos arqueológicos cuya importancia aún no ha sido determinada, ya que se está elaborando un informe al respecto.
Al parecer, un ciudadano interpuso una denuncia en la Policía Local dando aviso de la aparición de restos arqueológicos, por lo que el equipo de Gobierno decidió paralizar inmediatamente la actuación medioambiental y solicitar ayuda a la Delegación territorial de Cultura de la Junta en Cádiz. De hecho, un técnico especialista visitó el lugar el mismo viernes.
Según ha sabido este medio, durante los trabajos del Ayuntamiento no se ha dañado ningún elemento ni se ha llegado a estructura o edificación alguna. No obstante, la zona está declarada como zona de especial valor arqueológico.
Los trabajos del Ayuntamiento consistían en el arranque de las chumberas del lugar para intentar acabar con la plaga que prácticamente está terminando con esta planta en todo el municipio y provocando gran cantidad de insectos y por tanto graves molestias a los vecinos.
El remedio que había adoptado el Ayuntamiento para esta plaga, ante la falta de efectividad de otros tratamientos fitosanitarios, era arrancar y enterrar las chumberas.
El Ayuntamiento de Arcos está obligado, según el protocolo, a contratar un equipo arqueólogo que emita un informe sobre los restos arqueológicos aparecidos, lo cual costará al municipio unos 9.000 euros, según confirmaba ya el lunes siguiente el alcalde, Isidoro Gambín.
La Delegación territorial de Cultura ha confirmado que los restos aparecidos en la ladera de la peña son cerámicas de diferentes épocas. Así pues, durante la inspección realizada, la Delegación se refiere a la presencia de un yacimiento arqueológico, por lo que se ha indicado al Ayuntamiento que debe realizar una actividad arqueológica urgente con la finalidad de posibilitar la consecución de los trabajos de eliminación de las chumberas, al tiempo de garantizar la protección del patrimonio arqueológico.
Cultura tiene un plazo de siete días para emitir resolución provisional de autorización. La idea es que los trabajos que realiza la Delegación municipal de Medio Ambiente no se paralicen, pero que al mismo tiempo garanticen la preservación del patrimonio arqueológico.
Tanto el alcalde como su delegado del área, Diego Carrera, pedían tranquilidad a los vecinos porque continuarán combatiendo la plaga de insectos como se ha venido realizando en otras zonas del centro urbano, como la barriada de la Paz o cerro de la Reina, pero también son conscientes de que hay que cumplir un protocolo para salvaguardar los restos arqueológicos.