Las pruebas fueron “unánimemente aceptadas”, según anunció Oettinger al término de una reunión de alto nivel de expertos en energía y seguridad nuclear de los Veintisiete.
El objetivo de estas pruebas es evaluar la respuesta de las centrales nucleares europeas frente al tipo de riesgos que han sufrido las de Japón en los últimos días, añadió Oettinger en una conferencia de prensa.
El comisario explicó que las pruebas son voluntarias porque la UE no puede obligar legalmente a realizarlas, pero confió en que participen todos los países comunitarios con este tipo de centrales ya hay un consenso general en llevarlas a cabo.
Los test se realizarán tan pronto como en la UE se acuerden los requerimientos y criterios técnicos, y para ello los responsables comunitarios realizarán una nueva reunión como la de ayer “en las próximas semanas”.
Oettinger recalcó que estas pruebas de esfuerzo serán “un primer paso” hacia la europeización de la seguridad nuclear.
Si bien el uso de la energía nuclear es una decisión nacional de cada país de la UE, las empresas que construyen y operan este tipo de instalaciones deben someterse “a estándares comunes” de seguridad, sentenció.
Las instituciones de la UE “queremos establecer un nivel adecuado de seguridad” común, sentenció el comisario europeo de Energía, quien dijo que se buscará que los países vecinos de la Unión también realicen pruebas de este tipo.
En este sentido, el primer ministro francés, François Fillon, anunció ayer que ordenará una revisión de los sistemas de seguridad de todas las centrales de su país a la vista de lo sucedido en la planta atómica japonesa de Fukushima.
“Vamos a proceder a pruebas de seguridad de cada central en Francia, que serán controladas a la luz de las enseñanzas que se tengan de la catástrofe de Fukushima y los resultados de estos controles serán hechos públicos”, afirmó el jefe del Gobierno ante los diputados del país.
El primer ministro indicó que los controles estarán dirigidos esencialmente a determinar el nivel de aguante de las centrales a los terremotos y tsunamis.
“Tenemos que sacar todas las enseñanzas de esta catástrofe para reforzar la seguridad de nuestro parque nuclear”, afirmó Fillon, que lo consideró como “uno de los más seguros, verificados y transparentes” del mundo. El jefe del Gobierno señaló que “no es el momento de replantearse la política nuclear” de Francia sino de “apoyar y solidarizarse con Japón”.
Francia es la segunda potencia nuclear mundial, por detrás de Estados Unidos y por delante de Japón, y obtiene el 76,2% de su electricidad de sus 58 reactores, repartidos en 19 centrales.
ALEMANIA SE LO PIENSA
La canciller alemana, Angela Merkel, anunció ayer la paralización de las siete plantas atómicas mas antiguas del país mientras dure la moratoria de tres meses para verificar la seguridad de las centrales nucleares en Alemania, medida calificada de electoralista por la oposición.
La desconexión afecta a “aquellas plantas que fueron construidas antes de 1980”, mientras las de construcción posterior podrán continuar funcionando con normalidad, dijo Merkel, quien subrayó que “la seguridad es la prioridad de todas las reflexiones”.
La desconexión de la red eléctrica de las centrales mas obsoletas tiene como base legal “una orden del Estado por motivos de seguridad”, explicó la líder cristianodemócrata, mientras las empresas eléctricas afectadas, como E.ON y RWE, anunciaban poco después la desconexión inmediata de sus plantas.
El anuncio se produjo tras una reunión con los jefes de Gobierno de los cinco estados federados con plantas nucleares -todos ellos de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel- y los ministros de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, y Economía, Rainer Brüderle, en la Cancillería Federal.
La desconexión de la red afecta a un total de 7 reactores de los 17 que existen actualmente en Alemania, en concreto los de Unterweser en la Baja Sajonia, Biblis A y B en Hesse, Philipsburg I y Neckarwestheim I en Baden-Württemberg, Isar I en Baviera y Brunsbüttel en Schleswig-Holstein.
Asimismo no retornará a la red en los próximos tres meses la planta de Krümmel, construida en 1983 en Schleswig-Holstein, que actualmente se encuentra paralizada tras sufrir varias averías, con lo que solo nueve reactores atómicos continuarán alimentando la red eléctrica alemana.
Merkel anunció una nueva reunión del mismo grupo de políticos el martes próximo para definir con mayor precisión la moratoria anunciada y analizar de nuevo la situación.
Los acontecimientos en Japón, comentó Merkel, son un punto de inflexión en la historia del mundo tecnificado y las fugas radiactivas como consecuencia del terremoto y posterior tsunami han mostrado que “la energía atómica no está preparada para hacer frente a la violencia natural”.
Además, en España el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Carmen Martínez Ten, revisaron ayer la situación de la seguridad nuclear en España.
No hubo declaraciones tras el encuentro, que se realizó en Moncloa y duró casi dos horas, y que solo registraron reporteros gráficos y la televisión.