Cuando pregunto qué es la fraternidad algunos me hablan de conceptos próximos al cariño a los hermanos, otros lo confunden con la solidaridad y algunos recaen en que se trata de uno de los tres valores que enfatizó el lema de la revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad. De estos tres es tal vez el menos conocido en cuanto a lo que realmente significa y el que hoy más debemos empoderar. Es la forma de concebir como debemos ayudar a los más débiles, a los más necesitados y desvalidos, a los más dependientes en suma. Es la forma de tratar a los que lo necesitan como si fuesen un hermano menor, desde la solidaridad y bajo los principios éticos de la libertad e igualdad.
Cincuenta personas de los más distintos ámbitos, auspiciadas por el Laboratorio de justicia relacional y ecología humana de la Universidad de Málaga hemos plantado durante los primeros cincuenta días de confinamiento, en cincuenta parterres de un Jardín virtual, las imágenes de esas plantas que nos acompañan y con las que mantenemos una relación de fraternidad. La relación es recíproca, a la par que a ellas les prestamos cuidados, a veces mínimos, ellas cuidan de nuestra salud física, y la aún más importante, la de nuestra alma. Las frases inspiradoras, experiencias o relatos con la que cada uno de estos virtuales jardineros han acompañado a sus cercanas plantas, son todo un ejemplo de ello. Transmiten animosidad, fe en el futuro, admiración por su belleza o por sus curiosas formas vitales. Acuden a los más esenciales principios jurídicos de la convivencia, a versos de grandes poetas que nos muestran la importancia del arte o incluso de las matemáticas puras, de las que tanto saben las plantas. Hace años el sabio Padre Mundina me confesó que las plantas que nos rodean saben más de nosotros que nosotros de ellas.
En el Jardín de FraterniLab, que hoy ha abierto sus puertas virtuales, podemos observar que lejos de ser vegetales las plantas que nos acompañan forman parte de nuestra historia personal, y que de ellos dependemos para un futuro de que aún tenemos mucho que aprender.
