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España

Txeroki se niega a declarar al no dar "autoridad" a la Audiencia Nacional para "juzgar a los vascos"

El ex jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, alias 'Txeroki', se ha negado este jueves a declarar en la Audiencia Nacional como acusado por ordenar durante la tregua de 2006 un atentado en Oropesa del Mar

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  • Txeroki. -

El ex jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, alias 'Txeroki', se ha negado este jueves a declarar en la Audiencia Nacional como acusado por ordenar durante la tregua de 2006 un atentado en Oropesa del Mar (Castellón). "No les doy autoridad para juzgar a los vascos y no voy a responder a ninguna pregunta" ha dicho en euskera.

   Así se ha pronunciado en su reaparación en la Audiencia Nacional donde se enfrenta a una petición fiscal de 17 años de cárcel por delitos de tenencia de explosivos, daños terroristas y robo con intimidación, ya que sustrajeron a una familia su autocaravana y la cargaron de explosivos para colocarla junto a una torreta eléctrica en Cuevas de Vinromá.

   El otro acusado, Joseba Aranibar Almandoz, 'Basurde', ha respondido en castellano a las preguntas de su defensa para negar su relación con este atentado y aseverar que no ha recibido instrucciones ni ha mantenido citas ni comunicaciones, a través de "buzones" o cualquier otro mecanismo, con el etarra Mattin Sarasola, quien incriminó en sede policial a ambos procesados y fue condenado con Igor Portu por estos hechos.

   La defensa ha reclamado ha reclamado que se valore un informe médico-forense sobre el estado "físico y psicológico" en el que declaró el etarra Mattin Sarasola durante su detención incomunicada y que constituye, a su juicio, la "única" prueba contra su cliente. La Sala ha admitido la copia de los informes, aunque ha considerado innecesario hacer comparecer a los peritos.

   Garikoitz Aspiazu y Aranibar se han despedido con el brazo en alto al término del juicio, que concluirá el miércoles 4 de febrero, y han sido jaleados por la veintena de familiares y amigos presentes en el público. La presidenta del tribunal, Manuela Fernández de Prado, ha advertido de que esas manifestaciones no son permisibles y que si alguno quiere una visita la solicite, después de que uno de los allegados destacara que "hacen muchos kilómetros para llegar hasta aquí".

SARASOLA SE DESDICE DE SUS DECLARACIONES POLICIALES

   El etarra Mattin Sarasola, condenado por volar la T4 de Barajas, se ha desdicho de sus declaraciones policiales para señalar que no conoce a Aranibar, aunque sí a Txeroki de "un par" de citas que mantuvo con él en un pueblo del "estado francés" para hablar de "cosas de ETA" que no ha concretado argumentando que no tienen relación con los hechos objeto del juicio.

   "Aranibar no me propuso colaborar con ETA. Esas declaraciones --policiales-- son falsas y las hice en contra de mi voluntad", ha proseguido el testigo, que se ha negado a declarar a varias preguntas, ha dicho no recordar las fechas de los encuentros con 'Txeroki' y ha añadido que no se integró en el comando
Elurra ni participó en la acción de Castellón.

   "Todo lo que aparece en la Guardia Civil fue preparado", ha aseverado Sarasola, para negar con la cabeza y con un escueto "no" que los dos acusados le propusieran llevar a cabo este ataque. Ha desvelado que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, ha admitido su demanda contra la sentencia del Supremo, que absolvía a cuatro guardias civiles de torturas a él y a Igor Portu tras su detención en enero de 2008.

   Sin embargo, una comandante de la Guardia Civil ha puesto de relieve que Sarasola declaró hasta en tres ocasiones, "voluntariamente" y en presencia de su abogado de oficio, que 'Txeroki' y Aranibar le encomendaron a él y a Portu la colocación de un coche-bomba en Oropesa del Mar.

LOS DAÑOS PODÍAN HABER SIDO "TERRORÍFICOS"

   Otros tres guardias civiles han puesto de manifiesto el cráter de gran tamaño y los daños producidos en la torre de alta tensión y el campo de olivos donde el artefacto explosionó y donde se recogieron indicios y restos de la placa de matrícula del vehículo utilizado por los terroristas. Esta furgoneta pertenecía a una familia, que denunció en una comisaría francesa haber sido secuestrada por ETA y cuyos allegados informaron a la Guardia Civil de la "falta de noticias" sobre su paradero.

   Tras ello, han declarado dos vecinos a quienes les sorprendió el estacionamiento de esta furgoneta. Uno de ellos observó como sus dos ocupantes discutían y avisó al dueño del transformador, si bien este "no subió a ver quienes eran o qué hacía" allí el vehículo.

   A continuación, han comparecido varios peritos, que han advertido de que en la época turística que se cometió el atentado los "daños personales podían haber sido terroríficos y los daños materiales catastróficos".

   Han añadido que Mattin Sarasola acusó a 'Txeroki' de ordenar "poner una bomba en Marina d'Or" y que sin las órdenes del ex jefe militar y su "segundo" Aranibar era "imposible" cometer el atentado de Castellón, el cual guardaba varias analogías con el de la T4: el secuestro de los propietarios de un vehículo para que no denuncien su desaparición y el desplazamiento por carreteras secundarias provistos de garrafas y teléfonos móviles.

ACUSACIÓN DEL FISCAL

   El Ministerio Público sostiene en su escrito de conclusiones provisionales que 'Txeroki' encomendó al comando Elurra la colocación de un coche-bomba en Oropesa del Mar y se reunió con sus integrantes a principios de 2007 en el monte Auza. ETA anunció un alto el fuego permanente en marzo de 2006 y lo rompió en junio del año siguiente.

   La organización terrorista ordenó a los miembros del comando recoger un vehículo en el municipio navarro de Venta de Baztán el 25 de agosto de 2007. Esa autocaravana había sido robada en la localidad francesa de Messanges a una familia, a la que mantuvo secuestrada tres días.

   Sobre las 19.00 horas de aquel 25 de agosto, Portu estacionó la autocaravana en un camino de tierra de Cuevas de Vinromá para pasar la noche, lo cual extrañó a un vecino que avisó a la Guardia Civil y una patrulla se desplazó al lugar aunque se marchó al no sospechar nada.

   Los terroristas advirtieron la presencia policial y decidieron no viajar hasta Oropesa y activar la carga al día siguiente, cuando trasladaron la autocaravana a unos diez metros de la torre de alta tensión de red eléctrica que une la central de Vandellós con la subestación de la Plana. La explosión provocó daños valorados en 50.623 euros y ocasionó un incendio en un campo de olivos próximo.

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