Todo empezó en la mirada de un niño, que esperaba con ilusión que se abriesen las puertas de San Pedro para ver salir a la Borriquita. Desde aquel Domingo de Ramos, la Semana Santa de Huelva ha dejado miles de estampas como esa. La última, la protagonizó ayer la luz de la Resurrección.
Y porque una semana siempre sabe a poco, fueron numerosos los onubenses que no quisieron perderse la última cita cofrade de este 2019 y acudieron hasta la Hispanidad para ver a la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
El Señor Resucitado inició su caminar poco después de las diez de la mañana desde la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar. Cerca de un centenar de nazarenos precedían al paso, que desfiló acompañado por la Agrupación Musical de la Santa Cruz.
De nuevo, el paso por la residencia Santa Teresa de Jornet fue uno de los momentos más especiales del recorrido, poco después del inicio de la procesión.
El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, no faltó a la cita con el Resucitado, y formó parte de la comitiva durante el recorrido procesional.
La Hermandad del Cautivo también estuvo presente, un año más, en la procesión de la Sagrada Resurrección y una representación de la cofradía del Lunes Santo portó el estandarte de la Hermandad en el cortejo hasta el paso por la Capilla del Santo Cristo Cautivo.
En el cortejo procesional tienen una fuerte presencia los niños y jóvenes, aval de futuro para la Hermandad.
A medida que Nuestro Señor Jesucristo Resucitado avanzaba por la Hispanidad y se acercaba a Verdeluz crecía la presencia de onubenses en las calles, que asistieron de forma multitudinaria al paso de la Hermandad por Billarista Pepe Gálvez, uno de los puntos más marcados en el recorrido de la Hermandad del Domingo de Resurrección. Una espectacular petalada enmarcó el paso del Señor por el pasaje, entre los aplausos de los asistentes.
La Hermandad de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de la Luz, que aún no procesiona el Domingo de Resurrección, pone punto y final a una Semana Santa que ha dejado innumerables momentos para el recuerdo pero que también concluye con el sabor agridulce de la presencia de la lluvia.
Huelva pudo disfrutar sin ningún impedimento de un Domingo de Ramos, un Lunes Santo y un Martes Santo apoteósicos, con calles repletas de onubenses y visitantes en cada calle de los recorridos procesionales.
La oscuridad llegó al cielo el Miércoles Santo, en el que no pudieron hacer estación de penitencia ninguna de las cuatro hermandades de la jornada.
La lluvia ya no dejó de ser protagonista de la agenda cofrade durante toda la semana. El Jueves Santo retrasó y alteró el recorrido de las hermandades de la Misericordia, la Buena Muerte y los Judíos e impidió la salida de la Oración en el Huerto, que decidió no procesionar.
Huelva tampoco pudo disfrutar con plenitud de su Viernes Santo. Aunque las hermandades del Descendimiento, el Santo Entierro de Cristo y Nuestra Señora en su Soledad sí pudieron hacer su estación de penitencia, la Hermandad de la Fe tuvo que quedarse en el templo.