El motivo fue que el oficial de guardia en el puesto fronterizo de la Policía Nacional, al recibir la información, entre las 6.30 y 7.00 horas, decidió cerrar uno de los dos carriles habilitados para el paso de vehículos, concretamente el izquierdo. Con ello, todos los coches pasaron por una sola vía y un trayecto que a primeras horas de la mañana se realiza en no más de 15 minutos se prolongó hasta casi una hora.
El carril cerrado al tráfico estaba reservado como filtro en caso de que el citado convoy cruzara la frontera. Finalmente los camiones no llegaron a la zona y es que aunque estaba previsto que en la jornada del martes realizaran el trayecto Madrid-Algeciras para embarcar el miércoles rumbo a Tánger, corrió el rumor a uno y otro lado de la frontera que el convoy podría dirigirse hacia el Peñón y desde allí cruzar el Estrecho rumbo al país vecino.
La situación vivida por los conductores en la mañana de ayer ha sido descrita desde el propio cuerpo policial como un hecho puntual. Se informó asimismo que la orden que se da a los agentes es que a partir de las 7.00 horas de la mañana y hasta al menos las 8.30 horas, se abran todas las vías disponibles para el tráfico y se realice un control policial mínimo.
El objetivo de esta medida es facilitar al máximo el paso de los cientos de trabajadores transfronterizos que en dicha franja horaria cruzan con sus vehículos hacia Gibraltar.
Las críticas de muchos conductores radicaron en el hecho de desconocer la información con la que contaban los agentes desplazados en la zona y que la decisión de cerrar el carril se tomó para precisamente evitar un caos circulatorio en la zona.