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Punta Umbría

Un Fígaro resacoso y un Almaviva inútil para un castizo 'Barbero de Sevilla'

Es "muy complicado" acercarse con una mirada original a una obra tan conocida, con centenares de versiones y montaje, admite Matilla.

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  • 'El barbero de Sevilla'. -
Si el ruido de las celebraciones que genera la visita del Papa no lo impide, la música de Rossini inundará esta noche los Jardines de Sabatini con el estreno absoluto de un "Barbero de Sevilla" en el que Fígaro y el conde Almaviva se quedan "fuera de juego", uno por la resaca y el otro por inutilidad.

Es "muy complicado" acercarse con una mirada original a una obra tan conocida, con centenares de versiones y montajes desde que se estrenara en Roma en 1816, y hay un gran riesgo "de repetirse", admite en declaraciones a Efe su director artístico, Francisco Matilla.

La primera "singularidad" es que el montaje que se estrena hoy en los Veranos de la Villa, y que estará en cartel hasta el 27 de agosto, es "muy camerístico", y además la orquesta, la Ensemble Instrumental de Madrid, dirigida por Oliver Díaz, toca encima del escenario y no en un foso.

En contraste, el vestuario es "muy clásico", propio del XVIII, y la ambientación es la que imaginó Gioachino Rossini (1792-1868), indica Matilla, uno de los fundadores de la compañía que la pondrá en escena, la Ópera Cómica de Madrid.

Pero la verdadera innovación de esta versión, "castiza" al máximo con el Palacio de Oriente al fondo, está vinculada al carácter y desarrollo de los personajes.

Desaparece el papel de la criada Berta, la sirvienta del tutor de Rosina, Don Bartolo (Alberto Arrabal), y parte de sus frases las asume Fiorello, el lacayo del conde de Almaviva.

Fiorello (Gerardo Bullón) adquiere un protagonismo que no tiene en el original porque Matilla cree que, en realidad, a Almaviva (Francesco Pío Galasso) y a Fígaro (César San Martn) "todo les sale por casualidad" porque el primero "es incapaz de entender nada" y el segundo se pasa las noches de borrachera y al día siguiente está "súper resacoso".

El criado es mudo pero resuelve todas las acciones, hasta tal punto que es él el que acaba casándose con Rosina (Carolina Moncada) porque la muchacha se ha enamorado de su "eficacia y buen hacer".

Matilla está convencido de que en la cavatina que abre el primer acto, Fígaro "tenía que estar bastante colocado para dar esas voces" y por eso, al día siguiente todo le pasa "como por encima".

Fiorello ayuda además a acentuar el papel del coro, una "pandilla muy particular" que aparece "mal disfrazada" de policía.

Es, dice Matilla, una versión "divertida" aunque, advierte, "las obras antiguas tengan una gracia relativa".

Los intérpretes, a los que se suma José Antonio García en el papel de Don Basilio, son "muy buenos" y se desenvuelven "con mucha soltura" en un escenario que utiliza "pocos elementos" pero "muy sólidos".

El sonido, asegura, es "fantástico" a pesar de estar al aire libre, con el "terrible bombardeo" de las casetas y escenarios que se han montado en el entorno de la Plaza de Oriente y la Plaza de España con motivo de la visita del Papa y el propio que hace "la chavalería" que participa en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

"Ya se lo hemos comunicado a la organización de la JMJ y esperamos que todo se reconduzca y la sangre no llegue al río Manzanares", bromea Matilla.

En sus 25 años de historia, la compañía se ha dedicado, sobre todo, a la recuperación de títulos de zarzuela "más o menos olvidados" pero "las circunstancias económicas" les han "aconsejado" en esta edición de los Veranos de la Villa afrontar una producción más modesta y también "mucho más popular".

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