El presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia, Antonio Luque, ha mantenido un encuentro con el director general de Medio Ambiente, Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla, Fernando Mora-Figueroa Silos, en la que "se ha fijado la hoja de ruta para revisar las Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) en la ciudad.
Tras el compromiso adquirido en 2019 por el alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, de realizar una medición que se ha retrasado por la pandemia, "la hostelería retoma la negociación para que a final de 2022 la ciudad cuente con un nuevo mapa de Zonas Acústicamente Saturadas", ha confirmado la asociación en una nota de prensa enviada este viernes.
El retraso motivado por la pandemia, según la patronal, se ha debido a que "la medición no hubiera sido fiel a la realidad dado el periodo de confinamiento", ya que el cálculo acústico contempla el índice de ruidos durante las cuatro estaciones del año.
El calendario diseñado, y comunicado a la hostelería, comienza con un proceso de licitación para que una empresa comience con la medición en el mes de enero de 2022, y, a finales del mismo año, la ciudad cuente con un nuevo mapa actualizado de Zonas Acústicamente Saturadas.
Según la información facilitada por la patronal de la hostelería, el proceso incluye la instalación de los equipos de medición que, con carácter permanente, realizarán la monitorización de las diferentes áreas de la ciudad, con el objetivo de convertir el proceso en un "procedimiento más ágil" en las futuras decisiones que se deban tomar motivadas por la contaminación acústica.
Por su parte, Antonio Luque, presidente de los hosteleros de Sevilla, ha celebrado "tener una hoja de ruta marcada para poder tener a finales del año que viene un nuevo mapa de zonas ZAS tras quince años sin revisarse".
Los hosteleros han aplaudido el compromiso municipal tras más de quince años con un mapa acústico sin revisar, "algo que definía una irrealidad de la ciudad, dadas las modificaciones urbanísticas que ha sufrido Sevilla desde entonces hasta la actualidad, con las consecuencias que ello ha provocado en la actividad hostelera". Uno de los perjuicios que, en este sentido, ha sufrido el sector es "la imposibilidad de abrir nuevos locales de hostelería con servicio de barra, un sello de identidad de la gastronomía sevillana que se está perdiendo, dado que en las Zonas Acústicamente Saturadas únicamente se otorgan licencias de bar o restaurante con servicio obligatoriamente en mesa", ha apostillado la asociación.