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Huelva

“El Festival de Huelva tiene que evitar la comparativa, es único”

Manuel H. Martín hace balance de la 48 edición y adelanta que Hueva recordará en la 50 que es “uno de los grandes festivales de este país”

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  • El director del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano, Manuel H. Martín. -

Aún hay que cerrar los datos pero el director del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano, Manuel H. Martín, ya tiene información más que suficiente para saber que la última edición del certamen, que se clausuró el pasado viernes, ha servido para confirmar que se han cumplido los objetivos marcados.

“Creo que este año ya se ha podido ver gracias a la mejora presupuestaria el modelo hacia dónde vamos”, ha asegurado Martín en una entrevista con Viva Huelva. Ese modelo, explica, se basa en “un festival con más programación a lo largo del año, con mucha actividad en el departamento educativo, con una programación de calidad, con sus protagonistas aquí en Huelva y con la vuelta de una actividad de industria más focalizada”.

La gala de inauguración ha sido uno de los hitos de la edición. Según Martín, la apertura dejó un buen sabor de boca gracias a las “buenas críticas” recibidas y a la confirmación del éxito de un formato “muy ágil y dinámico, muy televisivo, divertido y colorido, porque, al final, el Festival de Huelva es luz y color”. Martín, que da por “fichada” a Silvia Abril como presentadora para la próxima cita, advierte que el espectáculo de apertura también ha tenido un lado malo y es que “ha puesto el listón muy alto”, algo que se toma como un estímulo para estar “con las pilas bien cargadas para el año que viene”.

En la 49 edición, donde espera contar “con más presupuesto”, Martín quiere seguir “afinando y ampliando el modelo de festival que está bastante claro y marcado”.  Entre las ideas sobre la mesa tiene las dirigidas a seguir reforzando las actividades paralelas para conseguir “que el público de la ciudad esté más metido en el festival, como ya se ha podido ver en los conciertos”.

También parece estar casi decidido a alargar un día más el certamen. “Volver a terminar en sábado nos permitirá también tener más ambiente festivo a parte de la propia actividad cinematográfica”, admite.

Aunque no le gusta hacer planes a largo plazo -una enseñanza que le dejó la pandemia, que obligó a replantear la muestra durante dos ediciones- Martín tiene claro que hay que dar una respuesta a la expectación puesta sobre la cita de 2024, con la organización de “una 50 edición como se merece el festival y como se merece Huelva”.

Martín y su equipo ya tienen ideas en mente para la 50 como, por ejemplo, posibilidad de hacer “un doblete” con el Premio Ciudad de Huelva. Lo que tiene claro es que “será una edición muy especial, que recuerde que este es uno de los grandes festivales de este país y de los más veteranos”.

Más allá de celebraciones puntuales, el certamen onubense tiene muy claro cuál es su horizonte de expectivas para el futuro. En este sentido, Martín revela que el Iberoamericano tiene que crecer “sin perder la familiaridad y la esencia de cercanía”.

En un panorama marcado por la proliferación de festivales y donde muchos de ellos están apostando por secciones de cine iberoamericano, Martín cree que Huelva no debe tener miedo a la competencia, precisamente, por su definida personalidad. “Huelva tiene que evitar la comparativa porque, en esencia, es un festival único, con personalidad propia, donde los invitados reciben y traen mucho cariño, donde creo que todo el mundo se siente parte de la familia, es un festival que a pesar de que ha tenido un incremento presupuestario no ha perdido la calidez y la familiaridad”, destaca el director.

Esta baza de la cercanía es la que Martín quiere jugar para conseguir el que considera el auténtico “reto” para el festival, que es la introducción de “nuevos públicos”, más allá del espectador más cinéfilo. A través de actividades paralelas como los conciertos, considera Martín, puede darse entrada a ese nuevo espectador. “Este es un festival de vocación popular y tenemos que salirnos un poco de ese concepto del cine solo para el público más cinéfilo; queremos que cada vez vaya acercándose otro público o que, por ejemplo, haya gente que se acerque a los conciertos, conozca a los directores o actores que vienen y se animen a ir a ver su película, algo que, de hecho, ya ha pasado y es algo maravilloso”, relata.

Precisamente, es este contacto directo con el espectador el mejor recuerdo que le deja esta 48 edición. “Yo me quedo con el público abrazando a los protagonistas del festival, un público maravilloso que lo que quiere es tener una comunicación directa con la película y con quienes la hacen, un público con una mente súper abierta, de todas las edades, que nos ha sorprendido y nos ha dado lecciones verdaderas de que no hay límites, ni fronteras, que el cine solo trata de contar historias que te lleguen, da igual quién esté al otro lado de la pantalla y eso es brutal”, confiesa.

 

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